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domingo, 14 de diciembre de 2014

SOMBREROS DAMAS


 


Hola amigas de tiempo q les envío este pequeño resumen sobre los sombreros que hoy en día los necesitamos mas q nunca ya que ellos nos seguirán protegiendo del sol y además de ser complementos en algunas de nuestras indumentarias. Hoy en día sabemos q es imprescindibles llevar por el sol caluroso que se presenta día a día además por salud, por el cancer a la piel ya q hemos ido dañando a nuestro planeta (la capa de ozono) espero les sirva de algo y gracias por seguirme cuidense muuucho.


El sombrero es una prenda con copa y ala que cubre la cabeza. Es una pieza unisex , la utilizan tanto hombres como mujeres como defensa contra el frío o el sol y también como adorno; en algunos casos puede indicar diferencias sociales y en este caso varía según la dignidad y por razones rituales.

  Antiguamente se cubrían la cabeza con una especie de tocado que no se puede considerar propiamente como un sombrero; por ejemplo, los antiguos egipcios llevaban sobre la cabeza un casquete de cuero o de tela; el faraón cubría su peluca normalmente con un amplio pañuelo listado, pero en las ceremonias oficiales llevaba una tiara blanca o un gorro rojo. En Mesopotamia se usaban turbantes o birretes de piel; por su parte, los sacerdotes israelitas llevaban un sombrero cónico, alto, de color blanco. Durante la época minoica las mujeres de Creta adornaban sus cabezas con tocados de formas muy variadas. Más tarde, en Grecia, y después en Roma, no existió una prenda exclusivamente para cubrirse la cabeza, ya que era frecuente hacer servir con esta finalidad una especie de amplios mantos.













Las materias primas más usadas para la confección de los sombreros femeninos fueron la paja, el paño, el terciopelo, el raso y el fieltro; a veces se hicieron muy sencillos, pero, por lo general, se adornaron con plumas y cintas y a principios del siglo XX se completaron con un velo que caía sobre el rostro.
      Para los hombres un sombrerero londinense creó el sombrero de copa o chistera, que actualmente sigue siendo el clásico de ceremonia; una variante del sombrero de copa fue el Clac (ya en desuso), montado sobre muelles y que se podía plegar y aplanar.


 


 muestra-sombreros-museo-de-la-ciudad-parabuenosaires.com


“La historia del sombrero se remonta a las más lejana antigüedad ya que protegerse del sol y la lluvia fue una imperiosa  necesidad -sostiene-. La palabra sombrero indica la intención de que es algo relacionado con la sombra, que obviamente nos procura al mantenerlo en la cabeza”.
Pero al objeto que provee la sombra había que aggiornarlo según la época y la ocasión: los había muy grandes, de paja, de fieltro, de paño, capelinas, gorras, cintas, bombines, galeras, sombreros para la lluvia, para el sol, de verano, y los que estaban destinados para distintos momentos del día.
El sombrero, a través de los años, dejó de ser sólo un objeto utilitario para transformarse en parte de la indumentaria de hombres y mujeres: en el recorrido por el tiempo al que invita esta muestra se puede ver una gigantografía original en la que se ve pintada a una mujer que representa a “La República Argentina”, con su gorro frigio rojo, una especie de caperuza cónica, pero con la punta curvada hacia adelante.
Una vitrina especial guarda los recuerdos de los gorros que utilizaban los bebes a principios del siglo pasado. Algunos de los porteños paseaban por las calles con cofias realizados al crochet, con hilo blanco, o realizados con tela y adornados con grandes moños o puntillas de hilos.
Hasta los fanáticos del fútbol no dejaron pasar esta moda de lado: entre el material exhibido hay una boina de pana beige tiene bordada la inscripción “AFA 1909-10″.
Tampoco faltan las fotografías que marcaron una época como la del escritor francés Anantole France cuando visitó Buenos Aires en 1910 y fue retratado por una amiga porteña luciendo su sombrero.
El Hipódromo de Palermo también fue un marco de los caballeros, pero sobre todo de las damas que consideraban adecuado lucir sus  gigantescos sombreros, que se sostenían con pinchos que servían también como armas de defensa.
En la Rambla de Mar del Plata, por otro lado, se lucían modelos veraniegos adornados con cintas anchas que marcaban el comienzo de la copa. Estos y otros retratos más, dan cuenta de la importancia del accesorio.
Los zapatos también ocupan un lugar especial en “Cuando los porteños….”: una vitrina repasa la historia desde 1915 hasta fines de los 70, con botines femeninos acordonados, tacos princesa, los primeros stilettos y las plataformas de corcho de todo tipo de material y color.
También acompañan a la muestra vitrales con carteras, abanicos, peinetones, corbatas y un espacio muestra cómo los sombreros se reflejaron en las figuritas con brillantina que usaban las nenas para jugar.


 
Sombrero Montecristi